El Atractivo Dorado de Escocia
El whisky fue destilado por primera vez en Escocia en 1494. Se introdujo a la población en general como una medicina, también se lo consideraba un antídoto contra las penas y por lo tanto se consumían grandes cantidades durante los funerales.
Las primeras destilerías datan del siglo XVII y desde aquel entonces su número ha ido en aumento.
Hoy en día, estas destilerías son un atractivo más para los miles de turistas que cada año visitan el país y en ellas se puede descubrir el proceso de destilación del whisky así como las diferentes variedades existentes y realizar alguna cata del mismo. Destacan las variedades de whisky de Malta y de grano, siendo el primero el más apreciado por su sabor gracias a su reposo que dura entre 8 y 15 años tras la elaboración.
Destaca sobre todo el Scotch Whisky Experience situado en Edimburgo y en el cual los turistas reciben una completa introducción de la historia de la bebida y de su industria. En este lugar, que ya fue premiado con numerosos galardones, se ofrecen varios recorridos así como películas y exposiciones interactivas por la historia de la bebida desde su aparición hasta nuestros días. Aquí también se pueden comprar todo tipo de regalos y recuerdos además de whiskys de todas las clases que forman parte del numeroso merchandising que rodea a esta industria en el país.