Hum, la ciudad más pequeña del mundo

Foto: Pilar Moreiras

Hay mil y una razones para coger tu equipaje y cámara en mano salir a recorrer el mundo. Y es que cada vez que sales te das cuenta de lo mucho que te queda por ver,  por aprender, por descubrir, por disfrutar. Pueden contártelo, puedes verlo a través de la red, por la tele, en guías o en revistas, pero no hay nada como experimentarlo en tu propia piel y quedarte con tus propios recuerdos.

Este ha sido mi primer contacto con Croacia. Un país de una belleza natural espectacular,  que me ha dejado con ganas de más, que esconde perlas como Hum, un lugar donde el tiempo se paró en el siglo XI cuando comienza  su historia como fortaleza.

Hum está en la península de Istria en la parte más occidental del país. Hoy es ciudad-monumento y es uno de los pocos ejemplos que se conservan del desarrollo urbano intramuros en la Edad Media Temprana. Desde entonces, poco ha cambiado en este mágico lugar, tan solo un restaurante, un museo y un par de tiendas de souvenirs animan esta ciudad de piedra en las que puedes conocer interesantes cosas, como el origen de la lengua croata con las letras de su primer abecedario, el glagolítico, inventado por los santos Cirilo y Metodio para traducir la Biblia y otros escritos a estas lenguas.

Está a 14 Km de Buzet, municipio al que pertenece, así que  puedes acercarte en coche, en autobús, en bici o caminando, que es la opción que mucha gente elige para poder disfrutar de la naturaleza que le rodea.

Y es que Hum puede ser la ciudad más pequeña del mundo pero esconde mucha historia tras sus piedras.

Pilar Moreiras

O paraiso é aquí

Foto: Mavi Lezcano

 

Aunque se trata del eslogan de un hotel, en este caso no es publicidad engañosa. La Ilha de Cananeia, en el litoral paulista de Brasil, es uno de esos lugares que te hacen pensar en la impresión que se llevarían aquellos primeros colonizadores que allí llegaron. De hecho parece que Cananeia es el más antiguo, o uno de los más antiguos poblados del Brasil colonial. Todavía conserva ese aspecto atractivo y colorido de casas bajas y pequeñas que miran al mar y forman calles estrechas.

Sin duda, en la actualidad conforma  un paraíso turísitico, si bien lo hemos conocido en un época, temporada baja, el invierno brasilenho del sur, por lo que se respira ese ambiente no exento de tristeza, propia de los lugares turísticos cuando se encuentran «deshabitados». Nos imaginamos que en temporada alta el lugar tendrá más actividad, más vida y más calor, claro, pues las temperaturas en esta época oscilan entre los 16 y los 24 grados. No se sentiría esa ligera tristeza a la que nos referimos si no existieran una enorme cantidad de negocios turísticos, hoteles, posadas, restaurantes, tiendas, muchos de ellos cerrados e inactivos estos días. De encontrarnos e un lugar virgen, sin apenas rastro de la mano humana, sería exactamente, como mencionábamos al principio, algo parecido al paraiso. De hecho, todavía se puede disfrutar de él en cierto modo, si contratamos un arco o cogemos un ferry que nos lleve a las tierras e islas cercanas. A Illa Cardoso, por ejemplo, se puede llegar en embarcaciones pequeñas que los nativos ofrecen en alquiler. De camino, es probable que la compañía la conforme una familia de golfinhos (delfines), mientras se pueden contemplar las estructuras de cañas dispuestas para la pesca que siguen los modelos más ancestrales. El patrón del barco irá haciendo amenas explicaciones, mientras para en un banco de arena lleno de aves o se acerca a una playa extensísima y prácticamente virgen. Siguiéndola, llegamos al océano, nuestro atlántico, pero visto desde la otra orilla y de aguas algo más cálidas, al menos en este caso. La siguiente parada, Ilha Comprida, pero esta la dejamos para otro post.

Mavi Lezcano

Aviso navegantes, Islas Cíes a la vista

Foto: Pilar Moreiras

Las Islas Cíes forman parte desde 20o2, junto con los archipiélagos de Cortegada, Sálvora y Ons del Parque Nacional Marítimo Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia. El primer y único espacio con esta categoría de la comunidad autónoma gallega y el segundo en el territorio nacional de carácter marítimo-terrestre, junto al Archipiélago de Cabrera en Baleares.

Las Islas Cíes están en la Ría de Vigo y son, sin duda, su pequeño gran tesoro.  

Cuando llega el buen tiempo son pocos los que se resisten a visitarlas. Puedes acercarte tan solo a pasar el día o por el contrario,  acampar allí. Para poder disfrutar de sus cristalinas aguas y la fina arena de sus playas, en verano, un catamarán de la empresa  Mar de Ons  sale a diario del puerto de Vigo, con un amplio horario. Pero si eres un aficionado a la navegación y quieres acercarte a ellas en tu propia embarcación deberás solicitar un permiso para fondear en sus costas.  Si lo haces en la isla norte no podrás bajar a tierra con tu motora, pero sí podrás hacerlo en la isla sur, más virgen aún que la primera.

Todo un espectáculo de belleza natural que no tiene nada que envidiar a otros destinos paradisíacos.

Pilar Moreiras