Soñar, una razón para viajar

Hay lugares sorprendentes en todo el mundo, pero no solo los podemos encontrar fuera de nuestro alcance. A nuestro alrededor, existen tesoros y atractivos que pocos conocen. Este es el caso de un pequeño municipio lucense, cuya singularidad radica en su peculiar topónimo: Soñar.

Perteneciente al propio Concello de Lugo, distando solamente 4 kilómetros de la capital, Soñar comienza a ser relevante dentro del panorama urbano. Su cercanía a la ciudad permite el asentamiento de barrios residenciales, así como diferentes oportunidades empresariales; no obstante, el municipio recogerá el legado de las futuras conexiones de la ciudad con otras urbes gallegas (A-54 Santiago-Lugo, o la  A-56 Lugo-Ourense).

Cuna de identidad gallega, Soñar ha crecido acariciada por cultivo y ganado; por familias humildes que han crecido en sustratos más acomodados. Aún así, el carácter imperecedero de su paisaje no se perderá en el tiempo; la imposibilidad de la construcción masiva y el valor de sus tierras lo convierten en un preciado recurso. Así mismo, la presencia de atractivos como el Club de Golf de Lugo potencian la inversión, controlada, en la zona.

soñar


Cartel en Soñar, Lugo

Naturaleza, sosiego, belleza, que jugando con el atractivo de su ubicación, se traduce en su propio nombre.

¡Ven a Soñar!

Lucas Otero Blanco

67 molinos en cascada

El municipio de O Rosal, situado al sur de Pontevedra, además de ser conocido por sus vinos Albariños, también lo es por poseer una de las más importantes concentraciones de molinos fluviales de Europa, los molinos de Folón y Picón. Este conjunto histórico-etnográfico, declarado BIC, está formado por 67 molinos, de los siglos XVII y XVIII, construidos en forma de cascada, que aprovechaban las aguas de los ríos Folón y Picón para su funcionamiento.

Molinos de Folón

Molinos de Folón

Todos los molinos están numerados y, muchos de ellos presentan grabados  y cruces en sus dinteles que servían como protección del molino y de su dueño.

Merece la pena recorrer los 3,5 kilómetros que comprenden la ruta por el sendero tradicional para visitarlos, pues se encuentran en perfecto estado de conservación. En la parte más alta se encuentra un mirador, donde hacer un descanso, contemplando el valle de O Rosal y la desembocadura del río Miño. Siguiendo el sendero, que nos lleva por todos ellos, se pueden ver “rodeiras”, que son las huellas que han dejado los carros al pasar continuamente sobre las rocas para transportar las cosechas de grano.

Si eres amante de la naturaleza y de la arquitectura popular vale la pena el pequeño esfuerzo que supone hacer esta ruta, pues se puede contemplar un paisaje de increíble belleza.

Fátima Froiz

Catedral de Santiago

CATEDRAL DE SANTIAGO

catedral-santiago

La Catedral de Santiago Compostella es un templo de culto católico situado en la ciudad homónima, en el centro de la provincia de La Coruña, en Galicia (España). Acoge el que, según la tradición, es el sepulcro del Apóstol Santiago, lo cual convirtió al templo en uno de los principales destinos de peregrinación de Europa durante la Edad Media a través del llamado Camino de Santiago, una ruta iniciática en la que se seguía la estela de la Vía Láctea comunicando la península Ibérica con el resto del continente.

El camino de Santiago en la Historia

El camino de Santiago ha significado en la historia europea el primer elemento vertebrador del viejo continente. El hallazgo del sepulcro del primer apóstol mártir, supuso encontrar un punto de referencia indiscutible en el que podía converger la pluralidad de concepciones de distintos pueblos ya cristianizados, pero necesitados en aquel entonces de unidad.

Conscientes de la importancia que suponía tener una reliquia como los restos de Santiago el Mayor para sus intereses militares –necesitaban guerreros y dinero en su lucha contra los moros, las monarquías españolas colaboraron activamente en el éxito del camino santo.

La historia del Camino de Santiago se remonta a los albores del siglo IX con el descubrimiento del sepulcro de Santiago el Mayor, evangelizador de España. El hallazgo de este santo mausoleo está rodeado de una rica imaginería popular que en vez de distorsionar ha preservado y llenado de colorido la narración histórica.

Una de estas leyendas populares sitúa el extraordinario suceso en la primitiva diócesis de Iria Flavia, cuando el ermitaño Pelayo tuvo una «revelación divina»: en la espesura del bosque ve unas «luminarias» y «oye canciones de ángeles». Los feligreses de la antigua iglesia de San Félix de Solobio, al pie del bosque, participan de esas visiones.

Catedral de Santiago es final de camino.

Muhammed Kaya

Maria Pita

maria pita

El 4 de mayo de 1589 las tropas inglesas, habiendo cercado la ciudad de La Coruña, abrieron una brecha en la muralla y comenzaron el asalto de la ciudad vieja, dirigidas por un alférez que, con la bandera de la resistencia en mano, logró subir a la parte más alta de la muralla. María Pita mató al alférez inglés. No se sabe realmente con qué arma se llevó a cabo la muerte del alférez; hay quien dice que con la espada del marido difunto de María Pita (su segundo esposo Gregorio de Recamonde, muerto en ese mismo asalto inglés); otros que con cuchillos de su negocio personal;otros que con arma de fuego, y otros con una piedra. La tradición dice que este hecho se llevó a cabo al grito de «Quien tenga honra, que me siga» y que esto desmoralizó a la tropa inglesa, compuesta por 12.000 efectivos, y provocó su retirada. Una vez acabada la batalla, ayudó a recoger los cadáveres y a cuidar de los heridos. Junto con María Pita, otras mujeres de La Coruña ayudaron a defender la ciudad; está documentado el caso de Inés de Ben, que fue herida por dos balas inglesas en la batalla.

Estuvo casada cuatro veces y tuvo cuatro hijos. Al enviudar por última vez, el rey Felipe II le concedió una pensión que equivalía al sueldo de un alférez más cinco escudos mensuales y le concedió un permiso de exportación de mulas de España a Portugal.

                                                                                                                                   Ayse Kurt